viernes, 11 de junio de 2010

Dato Histórico Esencial Argentino

Existe algo que sin dudas habla del Espíritu Nacional, le indica una esencia y le susurra un destino: ese algo es la infaltable presencia de la yerba en nuestros tachos de basura.

Montículo húmedo, y esmeralado y brillante.

Orgulloso aún entre el bajo desecho.

Verde como la sagrada Pampa, y como ella infinito.

La bombilla empuja la yerba hacia el plástico abismo, cae, y hace un ruido sordo.

Un “plaf” patrio.

La yerba mate (atención: no confundamos la yerba con el acto humano de tomar mate, este simple ritual no nos salvará) en los tachos de basura argentinos nos dice algo de signo fundacional.

Dato destinal sugerido por el aroma que adquiere nuestra basura gracias al noble contacto yerbal.

En efecto, un perfume agrio empecinado por oler bien es nuestro aroma histórico.

Miren la yerba en sus tachos de basura y comprenderán lo que digo.

Vean como amalgama al resto de los desechos (algún sociólogo dirá “clases sociales”) y les de sentido. Vean su hermosura cristalina, espiarán la belleza entera de nuestro milagroso territorio, que es multifacética y cuantiosa.

Mejor dicho.

Contemplen la yerba mate en sus tachos de basura, sólo así comprenderán que no sólo somos una excepcional mixtura de coloniaje, sangre, incompetencia y virtud.

Entenderán que existe algo más, un subyacente mitológico que debe ser la estrella a por ver, la antorcha para guiarnos, de ahora en más, en el triste recorrido de la jungla histórico-mundial.

Porque es ese destilado jugo verdoso (que se resbala en el impermeable y mundano plástico) lo que corre por nuestras venas insurrectas y las hace siempre capaces de bombear como pocas. Ese jugo verdoso es el combustible eruptivo que derrama el magma imparable de nuestras bellas proezas como pueblo.

Perdón por la insistencia.

Pero repito.

La imagen de la yerba en nuestros tachos de basura dice mucho.

San Martín lo sabía. Pero no se lo dijo a Bolivar cuando Guayaquil los encontró.

Don Juan Manuel de Rosas imprimió la imagen a tenaza y fuego en sus gauchos, para motivarlos, mientras Urquiza desplegaba Caseros.

Perón también conocía el dato, pero después se lo olvidó.

Obvio, todo esto es mentira.

Sólo yerba en tachos de basura.

La yerba mate viene del Paraguay.

La usaron y tiraron al tacho tanto guaraníes como colonos.

La usamos y tiramos nosotros.

Hijos-de-inmigrantes-en-un-país-colonial-donde-antes-había-nativos.

Más respeto por la Patria.

Pero no tanto.



Alan Ulacia

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