martes, 14 de septiembre de 2010

AHORA DICEN QUE VOLVERÍA LA UNIÓN DEMOCRÁTICA

El enfrentamiento Clarín - Gobierno parece reeditar la histórica antinomia Braden o Perón. Más allá de que la alteridad es un mecanismo para definir y reforzar la propia identidad, y como tal, siempre se han sucedido diversas antítesis de figuras y grupos sociales, las características del enfrentamiento que se presenta entre el kirchnerismo y el multimedio (o monopolio) tienen varios puntos en común con la oposición planteada en los inicios del peronismo.

Hacia fines de 1945, la campaña para elecciones presidenciales tuvo como uno de sus ejes la presentación de la doctrina peronista. Definiéndose como una corriente convocada por el principio básico de la unidad nacional, el modelo fue condensado en la frase Braden o Perón, en la cual este proyecto se oponía a los planes e ideología de un sector encarnado en la figura de Spruille Braden, embajador de los Estos Unidos durante aquellos años.

Más allá de las diferencias que puedan existir, en estos días tanto el Gobierno como el Grupo Clarín podrían sentirse cómodos reencarnando estos personajes. Por el lado del kirchnerismo, no hace falta explicitar demasiado en un gobierno que se reconoce abiertamente como peronista, y que ante una oposición política desarticulada, parece haber encontrado en las huestes del grupo Noble un enemigo de peso. Hace dos años ese papel parecía haber sido ocupado por el “campo”, pero una vez pasado el furor de De Angelis y el “voto no positivo”, los reclamos sectoriales no lograron trascender sus características intrínsecas; y el gran diario argentino comenzó a perder su máscara de narrador omnisciente de la realidad, para involucrarse de lleno dentro de la escena, como protagonista político explícito.

Tanto uno como otro parecieran sentirse cómodos en el rol que les toca ocupar. El Gobierno tiene en el Grupo Clarín a un Braden contemporáneo. Ya que si bien el monopolio no pertenece directamente al mundo de la política, a través de distintas y diversas operaciones, conforma alianzas electorales, construye candidatos, y demás acciones que podrían llegar hacer que en los próximas días titulen, “Es un buen momento para relanzar la Unión Democrática”.

Clarín, por su parte, encuentra en el kirchnerismo su contraparte que le permite constituirse como el adalid de la libertad de expresión y los valores democráticos, ante un gobierno que acusan de manejarse con prácticas autoritarias y dictatoriales.

Diferencias con la historia al margen, en esta antinomia se reconocen los dos.

Por Elizabeta

2 comentarios:

  1. Ese escenario claramenter favorece al gobierno para lograr un historico tercer periodo . Pero el flanco mas debil para ese escenario pasa por cvender nediaticamente una formula "progre de pacotilla" digamos Alfonsin-Binner ahi se vuelbve dificil decir que sean Braden , yo me pregunto todavia con que discurso hay que salir frente a una foirmula asi justamente con ambos dirogentes que hasta ahora lamentablemente fueron muy exitosos evitando sacarse fotos comprometedoras como el resto de la oposicion que nos asquea tanto ultimamente.
    Pero lo ideal es gobierno nacional y popular ves las corporaciones o los poderes facticos . Ahi ganamos .

    Un abrazo

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  2. Por ahí el tema pase por seguir haciendo, contra las expresiones de deseo de estos dos que no dudo que sean "bienintencionados" pero sospecho profundamente matizados por sus bases (aliadas hasta hace poco a un estadista de profunda vocacion popular como la Naranja Mesiánica, je!). También creo que es necesario no "olvidar" ni menospreciar lo que hoy consideramos natural (AUH, incremento de jubilaciones de a poco pero consistente, mantenimiento de las paritarias, defensa de la acción sindical, etc etc) más lo que seguro que se va a seguir viniendo. Digo, no naturalicemos estas cosas, que no "se dieron" si no que han sido conquistas. Abrazo, Colo, lindo el post!

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